Louis comenzó un proyecto de unos diez años de huerto ecológico con muchas dudas. Quince años han transcurrido y allí sigue. Le gusta su granja, tiene proyectos y se toma el tiempo de satisfacer su gusto por el viaje.
El descubrimiento de un nuevo modelo agrícola
Aunque nació en una familia de agricultores (sus padres tenían una explotación lechera) Louis puede ser considerado neo-campesino por su proximidad a la agricultura ecológica que conoció tarde; en efecto, en sus estudios agrícolas (BEP, BTA y BTS) cursados en los años 90 la agricultura ecológica nunca se trató. 
De espíritu abierto a todo, se especializó en apicultura, turismo rural y lenguas extranjeras (inglés y alemán). La falta de ofertas de trabajo en Francia unida a sus ganas de viajar le llevaron a salir del país : dos años de voluntariado en Camerún, dos años de estudios, de prácticas y de trabajillos en Estados Unidos, varios meses en restaurantes en Alemania y Gran Bretaña.
De regreso a Francia, dos factores estimularon su instalación. El primero, las conclusiones de una sesión de orientación profesional en la que le aconsejaron el retorno a la tierra para conciliar su amor por la naturaleza y su gusto de la libertad. Para ello siguió una formación de 4 meses en horticultura ecológica. El segundo factor fue la ayuda de sus padres que le alquilaron una pequeña granja con 2 ha. que le gustaba mucho y en su región predilecta, la Bretaña. Unos años más tarde sus padres que aprobaban su manera de actuar y los resultados de su empresa, decidieron venderle esas tierras.
Louis elaboró un estudio previsional de instalación y logró un montaje financiero viable. La instalación fue progresiva con poca inversión (material de ocasión) y muy poco rendimiento al principio. No recurrió a las ayudas que le habrían exigido una rentabilidad y el reembolso de créditos desde los primeros años. Durante 7 años, Louis alimentó su tesorería y su “cobertura social” con un trabajo de algunas horas a la semana en empleo-servicio como jardinero en casas particulares de orientación ecológica. A las dos hectáreas del principio se añadieron otras 5 que le cedieron sus padres. Convirtió esas nuevas parcelas que habían sido durante años dedicadas a cultivos de cereal con aportaciones fitosanitarias, en prados. Alrededor de ellos plantó setos de arbolado lo que favoreció la instalación de una diversidad de fauna y flor similar a la de los prados naturales.
Louis cultiva también una gran variedad de legumbres en sus casi 400 m2 de invernadero. Vende directamente en los mercados de Rennes (Lices y Mail) a restauradores y en cestas a sus vecinos. Sus productos de base son : patatas, puerros, cebollas, echalotas, manzanas, uvas, ciruelas… a los que añade productos de otros horticultores locales según las estaciones para tener así una oferta completa en el mercado. Nuestro campesino-jardinero se especializó poco a poco y cultiva una quincena de variedades raras que vende en BioCoop. Cultiva también una quincena de variedades antiguas de tomates y propone vegetales de cosecha salvaje : ortigas, rúculas , amarantos, moras y algunas plantas aromáticas muy apreciadas por los consumidores.
En sus prados pastan cuatro vacas de raza bretona Pie Noire con su progenitura y dos caballos que dan poca ganancia (venta de terneras, autoconsumo…) y algunas cargas (emprendedor para los henos, cierres…) pero cuyo estiércol es muy apreciado en los jardines. El vallado de invierno (espacio pequeño donde los bovinos están encerrados alrededor de su cabaña con la hierba, para evitar la destrucción de los prados en los periodos húmedos) entra en la rotación de los cultivos, como pudo verificarlo con los ganaderos peuls de Camerún. El suelo así alimentado desarrolla una fertilidad notable para cultivar puerros, calabazas y después patatas. Un corral en libertad hace también de ese lugar un espacio vivo y muy animado.
Convertirse en agricultor ecologico, una verdadera carrera de obstáculos
Le hicieron falta siete años a Louis obtener una renta suficiente. Dejó progresivamente los trabajillos secundarios para dedicarse exclusivamente a la granja. Obtuvo un puesto fijo en el mercado, se dio a conocer a los consumidores y los restauradores que aprecian sus productos y los vuelven a pedir. Sus decisiones, prudentes al principio (sin saber si la actividad le iba a gustar) son antes que nada elecciones de corazón. La buena rentabilidad de su producción al haber elegido gastos mínimos y su empeño en la cualidad : estiércol animal de la granja, restablecimiento de un ecosistema favorable… le permite de ahora en adelante algo más que el salario mínimo y un mes y medio de invierno para viajar.
Aparte de sentir no haber tenido en sus formaciones agrícolas la enseñanza de la agricultura ecológica, Louis hubiera deseado un poco más de experiencia en horticultura al principio. La falta de información en las instituciones, Cámara de Agricultura, y en las escuelas de agricultura no facilitaba la vida del agricultor ecológico. A ello se añade el peligro del aislamiento. En su caso particular el problema financiero no se planteó ya que eligió no solicitar préstamos.
De un desarrollo controlado a pequeña escala hacia nuevas perspectivas
Transcurridos 15 años, Louis no planea aumentar su producción (y eso que la demanda va creciendo), ni emplear asalariados (lo que necesitaría una nueva organización rigurosa). Quiere una renovación de los edificios con materiales nobles y armoniosos para montar una estructura de acogida : social, pedagógica, artística e incluso agrícola. La red Acogida Campesina (Accueil Paysan) lo impulsa hacia nuevos proyectos : acogida de niños que no tienen acceso a la naturaleza, residencias de artistas, consejos a futuros neo-campesinos…
¡He aquí algunos!
“Que vean su actividad como un compromiso con la sociedad más que como un simple instrumento de producción.”
“Que se tomen tiempo para la prospección, para la búsqueda de información y de reflexión sin limitarse a escuchar las versiones oficiales.”
“Que busquen una buena tierra no demasiado alejada de los lugares de distribución.”
“No siempre es fácil encontrar terrenos en alquiler, sin embargo sería importante para el futuro de la agricultura proseguir con las granjas tradicionales que han cesado su producción antes de que la agricultura industrial lo haga.”
“Proyectar traspasos colectivos para compartir la inversión, proponer una diversidad de producción y evitar el aislamiento”
“Que sean perseverantes y no se desmoralicen. No hay que olvidar que la Naturaleza no es una ciencia exacta y que el aprendizaje se hace con la práctica a lo largo de toda la vida. Que empleen su energía en el trabajo en el campo y no en combatir con vecinos y burocracia, vista la poca consideración que tienen los profesionales por la agricultura ecológica.”
“Una vez que han tomado la decisión pueden recurrir a un mínimo de ayudas sin comprometerse, es legítimo y puede ser un buen impulso.”
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